Como quizá ya sepas, el japonés tiene muchos niveles «honoríficos»: son registros de la lengua que se usan según el contexto y el estatus del interlocutor. El concepto de keigo (lenguaje honorífico) recoge todos estos registros, y es el resultado de cómo está estructurada la sociedad japonesa.
Históricamente, Japón ha sido siempre un país con una rígida jerarquía social. Las relaciones políticas y socioeconómicas se han regulado siempre con códigos de conducta basados en una jerarquía: la división en castas, las relaciones entre los señores feudales (daimyō), los shōgun y el emperador, el respeto hacia los ancianos y los antepasados… hay muchos ejemplos de ello. También la división en familias (家 ie) ha formado parte del tejido social nipón y ha contribuido a la creación de estos conceptos.
Vamos a intentar comprender mejor la estructura jerárquica japonesa para poder así entender también el lenguaje honorífico.
Uchi y soto
Uchi 内 (interior) y soto 外 (exterior) representan los dos polos de uno de los conceptos más importantes de la cultura japonesa (juntamente con el honne/tatemae y el wa). Uchi hace referencia a la persona que se encuentra dentro de un determinado círculo social (como una familia, un equipo, una empresa…), mientras que soto señala a los que están fuera de ese grupo.
La cultura japonesa tiene una fuerte conciencia de la armonía social y del «nosotros» (a diferencia de varias culturas occidentales, más centradas en el individualismo y la libertad personal): formar parte de un grupo y respetar sus normas es un factor fundamental para poder ser un miembro integrante de una comunidad.
Uchi y soto se reflejan en todas las dinámicas sociales, políticas y económicas del país, en un sistema de «círculos» que representan si estás «dentro» o «fuera» de una determinada interacción social.
Pongamos un ejemplo: juegas en uno de los equipos de fútbol de la universidad. En este caso, el uchi lo representará el resto del equipo, quienes tienen tu misma edad, mientras que el soto será el capitán del equipo. En un torneo, el uchi sería el equipo entero, y el soto los otros equipos que compiten. En un campeonato más grande, por ejemplo en un torneo entre universidades a nivel nacional, el uchi sería la delegación entera de tu universidad, mientras que el soto sería el resto de facultades del país.
Este tipo de división conlleva diferentes consecuencias a nivel sociolingüístico: ¿cómo comunicarse de manera adecuada con personas que se encuentran fuera de tu círculo? Durante muchas generaciones se han ido desarrollando diferentes registros lingüísticos que representan esta construcción social basada en grupos.
De aquí nace el keigo, una fascinante rama de la lengua japonesa y a la vez un gran obstáculo a superar por parte de quienes quieren estudiar debidamente el idioma. El keigo se compone de tres tipos de lenguaje, cada uno con sus peculiaridades y normas propias y que se usan en diferentes contextos sociales. Vamos a verlos:
Teineigo 丁寧語 (lenguaje formal)
Esta primera rama del keigo es bastante similar a tratar de usted a alguien en español: es la forma más simple de usar, y sigue las mismas reglas que la forma coloquial. Se utiliza en todos los contextos sociales, con personas desconocidas o fuera de tu uchi. El teineigo es la variante que se enseña siempre a los estudiantes de japonés, y se basa principalmente en dos elementos: desu です y -masu ます.
Desu se utiliza con sustantivos, adjetivos y adverbios, y en cierto modo se parece a nuestra conjunción y. A diferencia del castellano, que tiene una estructura sintáctica SVO (sujeto-verbo-objeto), la estructura del japonés es SOV: en japonés, desu (tanto en forma coloquial como formal) se coloca al final de la oración.
He aquí algunos ejemplos:
Oishii (美味しい)
Oishii desu (美味しいです)
Nigate (苦手)
Nigate desu (苦手です)
Kore ha hon da (これは本だ)
Kore ha hon desu (これは本です)
Por otro lado, el sufijo -masu se utiliza para la versión formal de los verbos.
Miru
Mimasu (見ます)
Iku
Ikimasu(行きます)
Taberu
Tabemasu (食べます)
Obviamente, el teineigo no se reduce solamente al empleo de desu y -masu: en este registro también es necesario el uso de prefijos (y sufijos) honoríficos, y se prefiere la forma formal de algunas palabras respecto a otras (especialmente en textos escritos).
Ejemplos:
Kyaku (客)
O-kyaku san (お客さん)
Ashita 明日
Asu 明日 (se escribe con los mismos ideogramas)
Sugoku (すごく)
Hijyō ni (非常に)
Sonkeigo 尊敬語 (lenguaje honorífico)
Si bien el teineigo es bastante intuitivo, con el sonkeigo la situación empieza a complicarse. El sonkeigo (de sonkei, respeto) se utiliza cuando nos dirigimos a alguien fuera de nuestro uchi o que se encuentra en un grado superior de la pirámide social (como tu superior en el trabajo), con la intención de ensalzar su estatus (como en el caso de un cliente) y demostrar respeto.
El sonkeigo (junto con el kenjōgo) no es fácil de utilizar; los mismos japoneses suelen cometer errores al usarlo. Sin embargo, si llegas a asimilar sus reglas, habrás conseguido un fuerte valor añadido para tus aptitudes con el idioma.
El sonkeigo se caracteriza por tener construcciones sintácticas más largas y complejas. Utilicemos los ejemplos previos para ver cómo se conjuga este tipo de keigo:
Miru (見る)
Goran ni naru (ご覧になる)
Taberu (食べる)
Meshiagaru (召し上がる)
Iku (行く)
Irassharu (いらっしゃる)
Kenjōgo 謙譲語 (lenguaje humilde)
El tercer tipo de lenguaje honorífico es el kenjōgo. A diferencia del sonkeigo, el kenjōgo se utiliza cuando hablamos de nosotros mismos o del uchi al que pertenecemos. Tiene como función expresar humildad, «rebajando» el estatus propio respecto al del interlocutor. En el caso también del kenjōgo, los verbos adoptan formas particulares, al igual que algunos sustantivos.
Miru (見る)
Haiken suru (拝見する)
Taberu (食べる)
Itadaku (いただく)
Iku (行く)
Mairu (参る)
Como en el sonkeigo, también en este caso no todos los verbos cambian completamente. En la mayor parte de los casos, para «conjugar» un verbo en su forma correcta, bastará con usar las siguientes «fórmulas»:
Sonkeigo = o/go + raíz del verbo + ni naru
Kenjōgo = o/go + raíz del verbo + suru
Para acabar de complicar un poco más las cosas, tanto el sonkeigo como el kenjōgo pueden declinarse también en teineigo añadiéndoles el sufijo -masu.
Como habrás podido comprobar, el keigo está conformado por un sistema muy complejo, pero no te desanimes: dominarlo te permitirá navegar sin problemas por el mundo laboral en Japón y por su sociedad. El empleo del keigo te resultará muy útil para dar una buena impresión en las entrevistas de trabajo, y también para la elaboración de tu currículum japonés. Los mismos japoneses acostumbran a hacer cursos para mejorar sus aptitudes respecto al uso de estas formas lingüísticas.
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