Comer y beber en un izakaya en Japón: todo lo que debes saber

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Si te encuentras viajando por Japón la visita a cualquier izakaya es obligada, y si vives aquí, seguro que ya forma parte importante de tu vida social. Incluso si no bebes alcohol, se trata de un lugar fantástico para conocer gente, compartir anécdotas con gente mayor y saborear comida de lo más deliciosa. Pero ¿qué es exactamente?

El izakaya , o taberna japonesa, es el equivalente al pub británico o al bar norteamericano, si bien los japoneses hacen las cosas a su manera. Es muy poco común beber sin más; acompañar la bebida con algo de comer es lo más habitual.

En cualquier izakaya encontrarás un amplio rango de bebidas y una gran variedad de pequeños platos que podrás ir pidiendo a lo largo de la noche.

Conociendo el menú

Los izakayas han formado parte de la cultura japonesa durante mucho tiempo, por lo que existen variables tradicionales y modernas. A menudo, una de las mayores diferencias es la forma en que se presenta el menú. Los locales más antiguos suelen tener todo listado en las paredes, normalmente en tableros de madera que cuelgan del techo, y los precios suelen utilizar caracteres japoneses en lugar de números.

Por el contrario, los establecimientos modernos tendrán, probablemente, los menús impresos, y los más modernos incluso tablets en la mesa para pedir la comida directamente sin tener que hablar con nadie. Si quieres vivir una experiencia más tradicional, lo mejor es acudir a los clásicos, si bien ten en cuenta que son lugares pequeños y que requieren de cierto conocimiento de japonés para poder entender los menús y comunicarte con el personal, salvo que quieras terminar la noche rodeado de platos extraños que no quieres comer.

Y hablando de platos, llegamos a la oferta gastronómica. Como ya hemos mencionado, la mayoría de los platos serán pequeños, ideales para acompañar con la bebida. Los nipones son especialmente conocidos por aprovechar al máximo todas las partes de los animales, y eso se hace evidente en cualquier taberna japonesa. Yakitori es uno de los platos principales disponibles, y esto puede incluir brochetas de cualquier parte del pollo, desde la piel al corazón, pasando por los cartílagos. Si tienes manías con eso (como yo), mejor no aventurarse. Aquí tienes una lista de yakitori que te va a venir muy bien:

  • Momo (もも), muslo de pollo.
  • Hasami (はさみ), molleja.
  • Sasami (ささみ), pechuga.
  • Negima (ねぎま), pollo y cebolla tierna.
  • Tsukune (つくね), albóndigas de pollo.
  • (Tori) kawa ((とり)かわ), crujiente piel de pollo.
  • Tebasaki (手羽先), alita de pollo.
  • Bonjiri (ぼんじり), cola de pollo.
  • Shiro (シロ), pequeños intestinos de pollo.
  • Nankotsu (なんこつ), cartílago de pollo.
  • Hāto / hatsu (ハート / ハツ) or kokoro (こころ), corazón de pollo.
  • Rebā (レバー), hígado.

No hay solo yakitori en el menú, habrá siempre otros tipos de kushiyaki, con otras carnes y a menudo verduras a la plancha también. No falta tampoco el edamame, el tofu, el sashimi, etc. La extensa oferta varía de izakaya a izakaya.

Para los más atrevidos, existen platos mucho más interesantes (o inusuales) como insectos o ancas de rana, conocidos generalmente como getemono. Hanbey es un buen lugar para probarlos, ya que en los locales más grandes tienen cartas en inglés para que sepas que es lo que estás pidiendo.

Precios

Aunque depende del lugar, la comida del izakaya es de naturaleza económica. Eso significa que la mayoría de los platos son baratos y rondan entre los 60 y los 300 yenes, aunque también es muy común ver izakayas con precios fijos para todo, bebida y comida, de alrededor de 300-350 yenes. Muchos izakayas tienen también una tasa de mesa, de 200-400 yenes por persona, o un aperitivo obligado que se te cobrará al final. No suelen ser muy directos con este tema, así que ve con cuidado si lo ves en la mesa antes de sentarte, ya que se te cobrará igual aunque no lo toques.

Aprovechando al máximo

Si por algo son conocidos los japoneses en el mundo es por su eficiencia, y por supuesto ahí también tienen cabida la comida y la bebida. Si te pasas todo el día en la oficina y tienes que subir al último tren para volver a casa cerca de la medianoche, quieres aprovechar al máximo el par de horas que te quedan para socializar y relajarte en el izakaya que elijas. La mejor forma de hacer esto es probar las ofertas de tabehoudai (食べ放題) y nomihoudai (飲み放題)Esto viene a ser barra libre de comida y bebida a un precio cerrado, normalmente hora y media o dos horas en las que puedes pedir todo lo que quieras. Sin duda se trata de la mejor opción si sales con un grupo de gente.

A menudo estas ofertas tienen limitaciones. Los productos disponibles en la oferta pueden ser diferentes a los de la carta, y el personal del izakaya puede tomarse más tiempo de la cuenta en traer las cosas a la mesa, especialmente la bebida. Por otra parte, si no optas por el tabehoudai al mismo tiempo puede ser necesario pedir un plato por persona además de la bebida. Además, existe a menudo también la restricción de que todo el grupo participe. Puedes pensar que esto es una mala noticia para alguien que no beba alcohol, pero al fin y al cabo no importa porque los refrescos son casi igual de caros.

Es cierto que en Japón hay una cultura fuerte alrededor de la bebida, pero la cantidad que se suele beber es inferior si comparamos a países europeos o americanos. En algún izakaya, a algún miembro del personal le puede pillar con el pie cambiado la cantidad de bebidas que puede pedir un grupo internacional. Dicho esto, los precios son normalmente más bajos que en otros países, por lo que el dinero se amortiza rápido. Una bebida cuesta normalmente entre 600 y 800 yenes, y beber dos horas con nomihoudai suele salir por 2 000 yenes. Como ves, tres bebidas y ya está amortizado el precio. A diferencia del nomihoudai, el tabehoudai es más directo, y las únicas restricciones están relacionadas con la disponibilidad de los platos.

El último factor a tener en cuenta es la edad para beber. En Japón no está permitido beber si tienes menos de 20 años. Esto no es nada nuevo para los norteamericanos, pero sí para los europeos, que tienen que andar con más ojo.

Ahora que ya sabes como funciona un izakaya, anímate y lánzate a explorar los izakayas de Japón sin miedo.

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