El monte Fuji: símbolo y volcán sagrado de Japón

Tiempo de lectura: 3 minutos
history of mount fuji

Venerado por todo el pueblo japonés, se alza imponente entre las prefecturas de Shizuoka y Yamanashi el Monte Fuji o Fuji-san (富士山) en japonés.

Considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2013, la montaña sagrada se ha convertido en uno de los principales reclamos para el turismo en la región.

Características del Monte Fuji 

Hablar del Monte Fuji, es hablar de uno de los grandes emblemas del país asiático. Con sus 3.776 metros de altitud es la montaña más alta de la isla central del archipiélago, Honshu, y de todo Japón. Subir a su cima es una de las actividades que todo japonés debe hacer, al menos, una vez en la vida. Una cima que, oficialmente, solo puede alcanzarse durante los meses de verano, entre julio y agosto, cuando los pocos restos de nieve permiten realizar el ascenso sin excesivos problemas.

No es de extrañar que, año tras año, miles y miles de autóctonos y extranjeros compartan senda hasta alcanzar la cumbre del volcán. La primera mitad del mes de julio, con permiso de la época de lluvias, suele ser idónea y la más tranquila para subir. Al mismo tiempo, las fechas cercanas a la celebración de la festividad del Obon, a mediados de agosto, son las más populares entre los japoneses para peregrinar al Fuji-san. En la actualidad, hombres y mujeres, chicos y grandes, todos comparten la misma pasión por el símbolo más preciado de Japón. Desgraciadamente, esto no ha sido siempre así ya que no fue hasta inicios de la era Meiji (finales del siglo XIX) que se permitió a las mujeres culminar la ascensión al monte.

Curiosidades sobre el nombre del Monte Fuji 

Otra de las peculiaridades del Monte Fuji reside en su nombre en japonés, Fuji-san.

Durante la época feudal japonesa (siglos XII a XVI) y con el surgimiento de la clase samurái, se empezaron a utilizar los caracteres chinos actuales para “Fuji” (富士. El primero de ellos fu (富) significa riqueza mientras que ji (士) es la lectura china, onyomi, del kanji de samurái. Por último, san (山) o montaña. Así pues, el nombre completo del monte es Fuji-san y no Fuji-yama como erróneamente se ha extendido en países de habla hispana. Dicha fonética es incorrecta ya que se lee el carácter 山 como ”yama”, en kunyomi o lectura japonesa, y no como “san”, en onyomi. Cuando se juntan varios kanjis para formar una palabra estos suelen pronunciarse en su lectura china.

Además, los japoneses suelen llamar al Monte Fuji “MINANARO” aludiendo a sus 3.776 metros de altitud. “Mi” por el “tres” (三) “NANA” por el siete” (七) y “RO” (六), el número “seis”.

La última gran erupción del Monte Fuji 

Los japoneses dicen del Monte Fuji que es el pico más hermoso de la tierra y que en él habita uno de los espíritus más venerados de la religión autóctona del país, el sintoísmo. Se trata de una creencia basada en la veneración de los kami (神) o deidades que se encuentran en la gran mayoría de los elementos que conforman la madre naturaleza. Desde tiempos inmemoriales, los japoneses han creído que estos kami son los verdaderos causantes de los continuos terremotos, tifones y erupciones que han azotado el archipiélago. La última gran erupción del Monte Fuji data de 1707 y cuentan los documentos de la época que se prolongó durante varias semanas. Las cenizas expulsadas durante la erupción viajaron 120 kilómetros al este para sumir en la oscuridad los cielos de Edo, antigua capital nipona. Según los geólogos y expertos en la materia, el volcán se mantiene dormido y no parece que vaya a despertar en los próximos años.

El Monte Fuji es, sin duda, uno de los grandes símbolos de Japón a nivel mundial. Aquellos que han contemplado la salida del sol o el ocaso desde su cima dicen que es una experiencia inolvidable. La magia del volcán sagrado.

Para más artículos sobre la cultura japonesa, sigue el blog de Go! Go! Nihon.

Comparte este artículo