Los fideos en Japón son un elemento casi tan imprescindible como el agua, la soja o las toallitas para limpiarse las manos, es decir, ¡no pueden vivir sin ellos! A pesar de que no todos son igual de conocidos, existen 8 tipos de fideos japoneses. Los men (麺), que es como se llama a los fideos japoneses, son totalmente diferentes de la pasta italiana que nosotros conocemos, ya sea en color, en textura y en sabor. Si quieres descubrir si te queda alguno por probar, ¡sigue leyendo!
Fideos japoneses
1. Ramen
Si existe un plato estrella en lo que a fideos japoneses se refiere, ese es el ramen (ラーメン). Hasta 1950, los japoneses se referían a él llamándolo ramen soba china, aunque a día de hoy es más habitual llamarlo sólo ramen o chuka soba (中華そば), que significa soba china.
Su popularidad se extiende no sólo en Japón sino también internacionalmente; cada vez existen más establecimientos de ramen alrededor del mundo. El tipo de fideos japoneses que se utilizan para el ramen se elabora con harina de trigo, agua, sal y kansui (かんすい). El grosor del fideo depende de la elección del cocinero, y el color suele ser dorado por la forma en la que han sido cocinados.
Los ingredientes que normalmente acompañan al ramen son los siguientes: caldo de pollo o cerdo, alga kombu, katsuobushi (virutas de atún desecado), niboshi (pequeñas sardinas secas japonesas), setas shiitake y cebolla.
Como es un plato tan popular, han surgido diferentes tipos de ramen:
- Tonkotsu: tiene un caldo complejo de preparar y es bastante denso. Se utilizan huesos de cerdo para elaborar la sopa.
- Shoyu ramen: lleva caldo de pollo, salsa de soja y rayu (extracto de pimiento rojo con aceite de sésamo). Es típico en la region de Kanto.
- Shio ramen: es quizás el tipo de ramen más ligero de todos. El caldo es transparente, hecho a base de huesos de pollo y con un toque salado, como su nombre indica (shio=sal).
- Miso ramen: es típico en Hokkaido. Elaborado con caldo de verduras o pollo, se le añade pasta de miso o soja fermentada y una pizca de mantequilla. El miso ayuda muchísimo a la digestión.
2. Udon
Entre los tipos de fideos japoneses, el udon (うどん) también tiene a los japoneses conquistados. Se trata de unos fideos hechos con harina de trigo que son gruesos, blancos y tiernos y que se comen combinados con una sopa, salsa, o en su forma más básica con tan sólo algo de negi (cebollines japoneses). Tanto fríos como calientes resultan deliciosos.
También en el udon existen diferentes tipologías. El Kitsune udon es el plato típico de Osaka y consiste en fideos gruesos acompañados con aburaage (piezas de tofu frito). El Tanuki udon se trata sin embargo de fideos japoneses con sopa y con el rebozado característico de la tempura pero sin pescado ni verduras recubiertos. El Tempura udon lleva sopa y tempura, para los más indecisos; en alguna ocasión el tipo de rebozado es kakiage, cortado en tiras en lugar de trozos grandes. El Chikara udon va acompañado de mochi. El Stamina udon se combina con carne, huevo y verduras. El Yaki-udon se cocina con una base de salsa de soja, al igual que el Yaki-soba. Por último pero no menos importante, el Hoto udon se compone de un estofado de fideos y verduras en sopa de miso.
3. Soba
Los fideos japoneses soba (蕎麦) son totalmente diferentes a los fideos citados hasta ahora. Son prácticamente planos, de un color grisaceo y particularmente finos. Están elaborados con una mezcla de harina de trigo sarraceno y el propio cereal. La soba es un plato de origen 100% japonés, que además de estar riquísima resulta una alternativa ideal para los veganos.
Al igual que el udon, la soba tienen sus propias variaciones en las que existen alternativas frías, calientes, con sopa o sin ella y con multitud de opciones a la hora de combinarla. La más famosa es la Zaru-soba, una combinación de fideos de soba fríos con una salsa llamada tsuyu, elaborada a base de soja y dashi. Al contrario de lo que se pueda pensar, la salsa no se echa por encima, sino que se deja en un pequeño cuenco junto a los fideos y se moja ligeramente antes de llevarlos a la boca.
El agua que se utiliza para cocer los fideos japoneses soba, conocida como sobayu (蕎麦湯), es beneficiosa para la salud y tiene un buen sabor, de hecho en Japón es común beberla. Para aprovecharla, en muchos restaurantes la ofrecen a modo de sopa o acompañante tras haber servido el plato de soba.
La soba, ademas de tsuyu, se puede acompañar con tororo, un puré elaborado con yamaimo (un tipo de batata nipona) y daikon rallado (rábano japonés). La tempura es otro de los acompañantes que se añade a la soba, especialmente si se sirve a temperatura templada junto con verduras típicas de la montaña o pato.
Aunque la soba es consumida habitualmente, loa japoneses tienen costumbre de comerla durante la víspera de año nuevo en Japón, añadiendo posteriormente oraciones para tener una larga vida. Este tipo de tradición se llama toshikoshisoba (年越しそば), y lleva practicándose muchísimos años.
4. Yakisoba
La comida favorita de los japoneses durante los festivales es la conocida yakisoba (焼きそば), o lo que en español llamamos tallarines fritos. Aunque la palabra soba está integrada en el término yakisoba, estos tallarines no son elaborados con harina de trigo sarraceno, sino con harina de trigo. Se cocinan con carne de vaca, pollo o cerdo y se condimentan con col, cebollas y verduras.
En Japón se sirven habitualmente con un poco de beni shoga (jengibre rojo), aonori (algas marinas comestibles) y Katsuobushi (virutas de atún seco, fermentado y ahumado). En la cadena de konbinis 7 Eleven venden bocadillos de yakisoba, ¿te atreves a probarlos?
5. Sōmen
Quizás menos conocidos -pero no por ello menos deliciosos- son los fideos japoneses sōmen (素麺), una tipología blanca y delgada que sirven habitualmente fría. Al ser elaborados con harina de trigo y aceite vegetal aportan una elasticidad única que permite estirarlos muchísimo, sin necesidad de ser prensados o cortados (como por ejemplo los spaghettis). Se comen habitualmente encima de una base de hielo que los mantiene fríos y mojados en una salsa llamada tsuyu, compuesta de katsuobushi (virutas de atún seco, fermentado y ahumado), salsa de soja, dashi (caldo de pescado japonés), jengibre y cebolla galesa.
Se comen tanto en invierno como en verano, si hace frío se sirven con un caldo caliente llamado numen; si hace calor se sirven fríos para combatir las altas temperaturas.
Existe una costumbre veraniega muy popular que consiste en poner una caña de bambú cortada por la mitad y húmeda y dejar fluir a los fideos a través de la misma. Los más rápidos serán capaces de atraparlos con los palillos, los rezagados acabarán hambrientos. A esta divertida costumbre la llaman nagashi-sōmen, o lo que para nosotros significaría «tallarines que fluyen».
6. Hiyamugi
Entre medias del grosor que tienen los fideos udon y el grosor que tienen los fideos sōmen se encuentran los hiyamugi (冷麦), con un diámetro de entre 1.3 y 1.7 milímetros. Como su término japonés indica, se comen fríos y están elaborados con trigo. Se suelen comer en verano aderezados con un caldo picante. En los paquetes, vienen en ocasiones acompañados de otros fideos rosas o verdes: éstos no dan un sabor diferente al plato de hiyamugi, se hace simplemente por estética.
7. Shirataki
Gracias a la dieta Dukan, los fideos japoneses shirataki (白滝) se popularizaron enormemente en Europa. En japonés el término significa «cascada blanca» y hace alusión a su textura blanca y gelatinosa. El motivo por el que fueron seleccionados para formar parte de la famosa dieta es que tienen un alto contenido en fibra y apenas tienen carbohidratos, disminuyendo notablemente sus calorías.
Hechos a base de ñame o konnyaku, tampoco tienen gluten, siendo también el alimento perfecto para los celíacos. Además, debido a su sabor suave, se pueden usar en múltiples platos muy diversos y combinan bien con todos ellos: carne, pescado, o verduras son sólo algunos de ellos.
8. Harusame
Harusame (春雨) significa «lluvia de primavera» en japonés y hace referencia también a unos fideos de cristal de fécula de patata o boniato. Miden de 12 a 18 cm y son delgados y transparentes. Se utilizan en ensaladas, en el famoso nabemono (guiso típico japonés), en rollitos de primavera, en los platos de sushi y en algunas sopas. Tampoco tienen gluten, convirtiéndose en otra opción adecuada para celíacos.
Ahora que ya conoces todos los fideos japoneses que existen, ¿sabrías decir cuál es tu favorito?
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