Japón, maestros del mundo en origami

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Aunque es originario de China, Japón lleva siglos siendo pionero y difusor de un arte que a primera vista parece simple pero puede ser bastante complejo. El origami japonés además de encontrar nuevos usos continuamente, es una de las mayores tradiciones del país nipón.

La palabra origami (折り紙) procede de los términos japoneses oru (折り, que significa plegar) y kami (紙, que significa papel). Es una actividad extendida alrededor del mundo; está considerada actualmente como arte educativo con el que las personas pueden desarrollar su expresión artística e intelectual. Continuamente surgen nuevos aportes que incrementan su valor: desde la incorporación de las matemáticas y la digitalización del diseño hasta su uso terapeútico para la artritis o la depresión.

Para entender el alcance que ha tenido internacionalmente, en Go! Go! Nihon queremos contar cuándo y cómo empezó y las variedades que existen.

Historia del origami

Desde la introducción origami japonés, y a lo largo de los años, la palabra origami no siempre ha significado lo mismo: en los primeros siglos de su existencia la palabra kami (紙) era homónimo de la palabra que se usaba para los espíritus de los dioses.

La connotación religiosa que tenía era debida a que tras su llegada al país se empezó a usar en las ceremonias de la nobleza, que era la clase social que podía permitirse comprar papel. En esa época, la población japonesa era profundamente creyente en el sintoísmo, una religión que venera a los Kamis o espíritus de la naturaleza.

En los acontecimientos importantes utilizaban las figuras de papel como decoración; en las bodas, por ejemplo, usaban dos mariposas de papel (representando al novio y a la novia) para decorar los vasos de sake o en las ceremonias de té se utilizaban para entregar diplomas, doblándolos de una forma que no se podía repetir una vez abiertos.

En la era Meiji el papel dejó de ser un bien de lujo. Cuando las técnicas de fabricación del papel se extendieron en Japón, se convirtió en una actividad extendida a lo largo de todo el país y sus formas y usos se multiplicaron. Gracias al intercambio comercial que hubo en la era Meiji entre Europa y el país nipón, el origami japonés también tuvo un considerable crecimiento en Occidente. Las reglas básicas para llevarlo a cabo eran no usar nunca tijeras, pintura ni pegamento; la idea es utilizar exclusivamente manos y papel y a través de ellos realizar todas las figuras posibles.

Las dos personas que han tenido una mayor relevancia en la difusión del origami japonés han sido Miguel de Unamuno, por ser el primer occidental que quiso convertir este arte de pasatiempo a elemento educativo y Akira Yoshizawa, por modernizar las técnicas a realizar con el papel desarrollando nuevos modelos que hicieran hincapié en la creatividad. Ambos publicaron libros que explicaban cómo convertirse en expertos en el arte del origami japonés; Yoshizawa llegó a crear 50.000 figuras nuevas y se inventó una nueva técnica llamada “plegado en húmedo”.

Tipos de origami japonés

  • Origami tradicional: figuras de papel que pueden estar en 2 o 3 dimensiones.
  • Origami de acción: figuras de papel que realizan algún tipo de movimiento, como por ejemplo un pájaro que aletea o una rana que salta.
  • Origami modular: consiste en un conjunto de piezas idénticas juntas que forman un modelo completo, como pueden ser un cubo o una esfera, creado exclusivamente con papel plegado.
  • Origami de plegado en húmedo: consiste en doblar el papel mientras está humedecido para conseguir finas curvas. Es muy útil para la creación de ciertas figuras que simulan animales, por ejemplo.
  • Origami de teselados: consiste en crear un patrón de figuras sin dejar hueco entre ellas ni superponerlas.

Variaciones de origami japonés

El kirigami (切り 紙) y el makigami (巻紙) son dos variaciones del origami. En común tienen la utilización del papel; se diferencian sin embargo en los elementos que se utilizan para conseguir las figuras.

En el caso del kirigami, es un arte que consiste en cortar el papel dibujando con las tijeras. No hay trazos ni dibujos previos, se va dibujando en el mismo momento en el que se corta.

El makigami sin embargo es el arte de trabajar el papel para rasgar, unir, doblar y arrugar, únicamente con las manos. Sólo se utilizan las manos y las tijeras.

Los beneficios y metas de estas dos actividades -creatividad, la coordinación y la concentración- concuerdan con las del origami japonés, pero la técnica es lo que las distingue.

La leyenda de las grullas

Los turistas que visitan Japón se quedan habitualmente sorprendidos con la existencia de tiras decorativos hechas con pájaros coloridos de papel en algunos templos y monumentos japoneses. Es lo que se denomina senbazuru (千羽鶴).

Estas tiras tan llamativas se popularizaron tras la segunda guerra mundial. Cuenta la leyenda que había una niña llamada Sadako Sasaki que padecía leucemia como consecuencia de la bomba que cayó en Hiroshima, ciudad en la que residía. A Sadako le contó una amiga que si deseas algo con mucha fuerza y construyes 1000 grullas de papel, los dioses te lo concederán.

Sadako murió antes de haber construido las 1000 grullas que solicitaran curarla, pero la historia se hizo popular y desde entonces, cada 6 de agosto (día de la paz), miles de grullas de papel inundan la ciudad de Hiroshima. La figura de la grulla no fue elegida al azar: en Japón representa el símbolo de la paz y significa además salud.

La historia se fue propagando a lo largo del país y miles de grullas han sido construidas para pedir por otras causas, como por ejemplo el tsunami que invistió a Japón en 2011. De esta manera, la grulla se ha convertido en uno de los emblemas del origami japonés.

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