Cómo enviar un paquete a Japón y conseguir que llegue

Tiempo de lectura: 4 minutos

Pasar una temporada fuera de tu país es una experiencia muy enriquecedora: te permite bucear en otra cultura y conocer a muchas personas diferentes a ti, capaces de enseñarte muchas cosas. Tu capacidad de adaptación estará a prueba a diario, así que es normal que a veces te entre “mono” por algo, ¡le pasa a todo el mundo! Si eso que tanto echas de menos no lo venden en las tiendas que están a tu alcance, puedes pedirle a amigos y familiares que te lo envíen. Recibir paquetes de la gente que nos quiere siempre supone una gran alegría.

Para que puedas disfrutar de esos caprichos, en Go! Go! Nihon hemos decidido explicar en pasos muy sencillos cómo enviar un paquete a Japón. Si sigues nuestros consejos, ten por seguro que tu paquete llegará a salvo a su destino. 

Qué está permitido y qué está prohibido enviar

Lo primero y más importante es entender qué está permitido enviar a Japón. Cada país tiene su propia normativa, y Japón no es diferente en eso. En esta web oficial de la aduana japonesa hay una lista de objetos terminantemente prohibidos a la hora de entrar en el país. Aunque parece obvio, te aconsejamos que le eches un vistazo y te asegures de no enviar o recibir ninguno de ellos. 

El segundo paso consiste en repasar con atención la lista de Japan Post. En ella, se describen uno a uno todos los productos que la compañía de correos japonesa no permite transportar. Es decir, si detectan que se ha enviado un paquete con cualquiera de estos artículos, pueden retenerlo o deshacerse de él; en ningún caso llegará a su destinatario. Si estás haciendo una mudanza para irte a vivir a Japón, asegúrate de no enviar plantas, antigüedades o comida de origen animal (carne, lácteos); son algunos de los artículos prohibidos. Enviar medicamentos tampoco está permitido, aunque vayan acompañados de una receta médica.

Enviar dinero u objetos de valor tampoco es una buena idea: por un lado pueden acabar extraviados -y la empresa de correos prefiere no correr el riesgo de una reclamación- y por otro lado viajarán de forma mucho más segura contigo en el avión, sin pasar por diferentes establecimientos físicos y personas.

El artículo que más pasiones despierta en los expatriados a la hora de echar de menos suele ser la comida. Comer un trozo de jamón serrano, de queso curado o degustar una buena paella son algunos de los anhelos más comunes de los españoles que están lejos de su país.

Lamentablemente, enviar jamón serrano, queso o cualquier otro tipo de embutido está totalmente prohibido. Para entender mejor las limitaciones que afectan a la comida basta con pensar en el reglamento impuesto en los aviones, es decir: nada de productos de origen animal, ni frutas ni verduras. Tampoco están permitidos los productos enlatados, por lo tanto nada de anchoas, ni de fabada, ni de espárragos. Lo que sí se puede mandar sin inconvenientes es la comida empaquetada, como por ejemplo un paquete de rosquilletas, o unos sobrecitos de paellero. 

Paquete y documentación

Una vez esté claro el contenido del paquete, es importante embalarlo lo mejor posible para que llegue en buenas condiciones a su destinatario. Si se envían objetos de cristal o cerámica, es recomendable utilizar envoltorio de burbujas para protegerlo. Aunque la empresa de correos japoneses se caracteriza por tratar con mucho cuidado y respeto cada paquete, es posible que los artículos pasen previamente por otros países donde no se tenga tanto cuidado. 

Respecto a la documentación, no supone un gran reto, pero es importante describir cada producto e indicar su importe. Al ir a enviar el paquete, hay que rellenar unos formularios en los que se especifica el contenido del paquete (no hace falta proporcionar muchos detalles, basta con explicar clara y brevemente lo que contiene) y el coste aproximado que tiene. Si son menos de 10.000 yenes no es necesario pagar aranceles; si el coste supera esa cifra, es probable que se apliquen impuestos, pero ese pago extra también significa que en el caso de que los artículos se dañen o desaparezcan, estarán asegurados. 

En algunos países, como en España, la empresa de correos proporciona un número de seguimiento con el que puede ir viendo a través de su web dónde está el paquete y cuándo llega a su destino.

Sobre la dirección en Japón

El apartado de la dirección es quizás la parte más compleja del proceso. Si ya has estudiado suficiente japonés como para poder escribir en kanji o hiragana, lo más fácil será que escribas tu dirección en uno de estos alfabetos y que tu familia o amigos la impriman como etiqueta y la utilicen a la hora de mandar el paquete. Si todavía no estás en ese punto, las personas que te mandan el paquete pueden poner la dirección en caracteres occidentales (es decir, los letras que estás leyendo), prestando muchísima atención a no olvidar ningún dato como el código postal o el nombre/número del edificio. En el caso de usar letras occidentales, es recomendable poner el nombre de la ciudad y el país en inglés, ya que es un idioma que se estudia en Japón y será más fácil para ellos comprenderlo. 

Veamos un ejemplo: 

〒160-0023
東京都新宿西新宿3-10-5 サンライズビル
田中健太

Nombre:  Mr. Kenta Yamada
Nombre del edificio, número y distrito: Sunrise Bld., 3-10-5, Nishishinjuku,
Barrio y prefectura: Shinjuku-ku, TOKYO,
Código postal y país: 160-0023 JAPAN

Si sigues todos los pasos que te acabamos de contar, ten por seguro que tu paquete llegará en perfecto estado y podrás disfrutar de esos caprichos que tanto has anhelado. ¿Preparado para recibir paquetes cada mes?

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