El irremplazable barrio Golden Gai

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En el corazón de Shinjuku, uno de los distritos más famosos de Tokio, se encuentra el barrio Golden Gai. Se trata de un rincón muy especial formado por estrechas calles que albergan bares minúsculos, capaces de acoger a menos de 10 personas cada uno.

Pegado a Kabukichō, considerado el barrio rojo más importante de Japón, nos encontramos con un entramado de seis callejuelas estrechas que no permiten el paso de ningún coche. Están mal iluminadas, tienen un aspecto desaliñado y están repletas de neones y negocios minúsculos. El conjunto de estas calles es conocido como el barrio Golden Gai (barrio dorado).

Calle de Golden Gai

Historia del Golden Gai

El siglo XX fue una época especialmente complicada para Japón: el gran terremoto de 1923 y la segunda guerra mundial determinaron el curso de su historia. A nivel arquitectónico, estos acontecimientos produjeron la destrucción de una gran parte de la capital. Los edificios que sobrevivieron al terremoto y a las bombas lanzadas durante los ataques aéreos en la guerra eran considerados un milagro. Acabado el conflicto bélico, barrios enteros fueron reconstruidos.

El barrio Golden Gai fue uno de esos “milagros” que permanecieron intactos ante todas las adversidades. Su origen se remonta a un mercado negro frente a la entrada de la estación de Shinjuku, que se abrió poco después del final de la Segunda Guerra Mundial en el año 1945. Cuando el mercado empezó a crecer y a expandirse, las Fuerzas de ocupación lo prohibieron. Los puestos, lejos de querer renunciar a su sustento, se trasladaron a la zona donde se encuentra actualmente el barrio Golden Gai, que entonces era un espacio vacío cubierto de malas hierbas.

Una vez afincado fue pasando por diferentes etapas y funcionalidades. En la primera mitad del siglo, Golden Gai continuó siendo un mercado negro (se vendían productos al margen de la ley) y un refugio para las prostitutas. En los años 60, el barrio se transformó para formar una nueva identidad, atrayendo a artistas, músicos, poetas y cineastas. Desde entonces, unos 200 negocios y 80 inquilinos forman una sociedad que protege el barrio. De hecho, los propietarios de los locales escoltaron el barrio durante los años 80, cuando la Yakuza quemó distintos distritos de la ciudad para obligar a los dueños a vender sus terrenos.

La sociedad que custodia el barrio Golden Gai estableció turnos para vigilar las entradas a las seis calles y evitar que pudieran ser quemadas. Debido a esta resistencia al cambio, muchos de los edificios conservan su aspecto original.

Maneki neko en Golden Gai

El Golden Gai en la actualidad

Aunque históricamente ha sido frecuentado por japoneses, el barrio ha ido adquiriendo fama gracias a su autenticidad y a día de hoy es visitado diariamente por cientos de turistas.

Durante el día, la mayoría de estos locales permanecen cerrados. Casi todos los bares abren aproximadamente a las 6 o 7 de la tarde y cierran alrededor de las 2 de la mañana. Algunos de los bares son ahora gestionados por dueños más jóvenes que han intentado darles un toque más moderno, aunque la mayoría de locales se caracterizan por ser iguales que hace 50 años.

Otra característica común es el “cover charge”, que consiste en una cantidad fija de dinero que se solicita por estar en el bar. Como los locales tienen muy pocos sitios disponibles (suelen variar entre 4 y 10), está aceptado socialmente que haya una tasa fija por ocupar uno de esos sitios. Normalmente el local tiene la siguiente disposición: una barra con taburetes para que se sienten los clientes y si existe una planta encima (los edificios suelen ser de dos plantas) es usada como almacén.

Bares temáticos en el barrio Golden Gai

Nana Bar: debido a la pasión de sus administradores por el flamenco, este bar se convirtió en casa de acogida para todos los artistas del mundo flamenco que han pasado por Tokio. Con firmas de artistas reconocidos y una banda sonora con tinte gitano, es probablemente el bar de flamenco más pequeño del mundo.

Hair of the Dogs: reino del punk por excelencia en el barrio Golden Gai, este bar ya avisa en la puerta con un cartel de “Ramones” cuáles son sus intenciones. Los dueños del local son gente abierta que incentiva que los clientes reclamen temas que quieran escuchar: Sex Pistols, Bad Manners y Specials siempre están presentes en las peticiones.

Cremaster: es una representación pura de la modernidad. Refugio de arte y cobijo de artistas, cuenta con una galería en la parte de arriba para mostrar obras de creadores principiantes. Su dueña, que también ejerce como cantante de jazz, disfruta con las tertulias sobre el talento ajeno.

La Jetée: nombrado en honor de la película de ciencia ficción Chris Marker de 1962, este bar es un lugar de encuentro para discípulos del cine francés y del movimiento Nouvelle Vague. Frecuentado por directores de cine como Tarantino o Wenders, es el lugar ideal para cineastas y artistas.

Albatross: Con un aire que mezcla lo barroco con lo misterioso, este bar alberga uno de los interiores más lujosos de todo el el barrio Golden Gai. Lámparas de cristal espectaculares y paredes rojas crean un ambiente único. Acoge también exposiciones de fotos, ilustraciones o pinturas en la parte superior. Apto para amantes de la intriga.

Estos son solo algunos de los sitios que podéis encontrar por allí, pero os invitamos a que descubráis por vosotros mismo lo que estas calles tan estrechas tienen que ofrecer.

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